BATALLA DE MARATÓN
La Batalla de Maratón, ocurrida en el año 490 a.C., fue un enfrentamiento decisivo entre el Imperio persa y las polis griegas, principalmente Atenas, en el marco de la Primera Guerra Médica. Este conflicto no solo marcó un hito en la historia militar, sino que también dejó un legado duradero en la cultura occidental, simbolizando la resistencia y el poder de la democracia ateniense frente a la tiranía extranjera.
Para entender la Batalla de Maratón, es necesario remontarse a las Guerras Médicas, una serie de enfrentamientos entre las ciudades-estado griegas y el vasto Imperio persa. Estas guerras comenzaron debido a la expansión del dominio persa sobre Jonia, una región habitada por griegos en la costa de Anatolia. En el año 499 a.C., las ciudades jonias se rebelaron contra el dominio persa, con el apoyo de Atenas y Eretria. Aunque la revuelta fue sofocada, el rey Darío I de Persia decidió castigar a los griegos por su intervención y reafirmar su control sobre el Egeo.
En el 490 a.C., Darío I envió una expedición militar para someter a Grecia. La flota persa, comandada por Datis y Artafernes, desembarcó en la llanura de Maratón, a unos 40 kilómetros de Atenas, con un ejército numeroso y bien equipado. Su objetivo era someter a los atenienses y castigar a Eretria, que fue incendiada y su población esclavizada.
El ejército persa, compuesto por aproximadamente 25,000 soldados, incluía infantería ligera, arqueros y una poderosa caballería. Su táctica consistía en el uso de ataques rápidos y maniobras envolventes para desgastar al enemigo antes de lanzar un asalto definitivo.
Por otro lado, los griegos, liderados por Milcíades, reunieron alrededor de 10,000 hoplitas atenienses y 1,000 plateenses. A diferencia de los persas, los hoplitas griegos luchaban en formación cerrada, conocida como falange, que les proporcionaba una gran ventaja defensiva y ofensiva.
Durante varios días, ambos ejércitos se mantuvieron en posiciones defensivas sin iniciar hostilidades. Los atenienses, conscientes de la amenaza que representaba la caballería persa, esperaron el momento adecuado para atacar. Según las fuentes antiguas, los persas comenzaron a embarcar parte de sus tropas con la intención de dirigirse directamente a Atenas, lo que Milcíades interpretó como una oportunidad para atacar.
La estrategia de los griegos fue innovadora: en lugar de mantener la falange en una formación uniforme, Milcíades reforzó los flancos y debilitó el centro. Cuando avanzaron a la carga, los persas lograron empujar el centro griego, pero fueron rodeados y finalmente masacrados por los flancos griegos que cerraron el cerco. La batalla fue una victoria rotunda para Atenas y Platea, con aproximadamente 6,400 persas muertos frente a solo 192 bajas atenienses, según Heródoto.
La victoria de Maratón no solo salvó a Atenas de la invasión, sino que también demostró la eficacia de la falange hoplítica frente a la infantería persa. Además, fortaleció la moral griega y sentó las bases para futuras victorias en las Guerras Médicas, como la Batalla de Salamina y la de Platea.
Otro legado importante de la batalla es la famosa historia de Filípides, el soldado que corrió desde Maratón hasta Atenas para anunciar la victoria y que, según la leyenda, murió de agotamiento tras pronunciar la palabra "¡Niké!" (Victoria). Este relato inspiró la prueba moderna del maratón en los Juegos Olímpicos.
La Batalla de Maratón no solo influyó en la estrategia militar, sino que también tuvo un impacto profundo en la identidad cultural griega. La victoria de los hoplitas atenienses reforzó la confianza en el sistema democrático y la capacidad de la ciudadanía para defender su ciudad-estado. Atenas emergió como una potencia militar y política en Grecia, lo que contribuyó a su desarrollo en el siglo V a.C.
El concepto de la lucha por la libertad contra la opresión extranjera se convirtió en un tema recurrente en la literatura, el arte y la filosofía griega. La batalla fue recordada y celebrada en monumentos, como el túmulo de Maratón, y en festivales conmemorativos.
La batalla fue un enfrentamiento clave en la historia de Grecia y del mundo occidental. Demostró la capacidad de los griegos para defender su territorio frente a un enemigo superior en número y consolidó la importancia de la estrategia en el arte de la guerra. Además, su impacto cultural ha perdurado a lo largo de los siglos, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y determinación frente a la adversidad. Su influencia se refleja no solo en la historia militar, sino también en la cultura y el espíritu de superación que encarna la prueba del maratón en los Juegos Olímpicos modernos.
JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.
Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con 16 de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs, podcast y es miembro de Divulgadores de la Historia.
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Bibliografía:
HISTORIA ANTIGUA UNIVERSAL II. EL MUNDO ROMANO (2ª)
Autor/es: Fernández Uriel, Pilar. Editorial: U.N.E.D.
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-333/batalla-de-maraton/
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