BATALLA DE MANZIKERT

 



EL PRINCIPIO DEL FIN DE IMPERIO BIZANTINO

 

LA DINASTIA MACEDONICA


Tras la expansión islámica del siglo VII, el Imperio Romano de Oriente había perdido el control de varias regiones importantes como Siria, Palestina o Egipto, por lo que tras la llegada de la dinastía macedónica, y en especial con Basilio II, los esfuerzos imperiales se centraron en asegurar las dos grandes zonas que le quedaban, los Balcanes y Anatolia. En la primera se consiguió tras la anexión de los búlgaros en el 1018 con su derrota en la batalla de Kleidion. En la segunda, se produjo una expansión ampliando sus límites hacia palestina y armenia, en diferentes campañas contra musulmanes y jázaros entre otros, como las llevadas por Juan Curcuas, catapultando al imperio hacia su máxima extensión desde los tiempos de Justiniano. Sin embargo, una crisis en el seno del gobierno que enfrento a los poderes militares themáticos contra los civiles de Constantinopla, provocaron una gran inestabilidad y un drástico déficit de tropas al imponerse los últimos en el gobierno, lo que supuso un deterioro de las defensas fronterizas orientales, prólogo del gran desastre que se avecinaba desde el este.


TURCOS SELYUCIDAS Y ALP ARSLAN


En 1040 tras su conversión al islam, esta tribu túrquica del norte del mar de Aral penetra la frontera oriental del Califato al mando de Selyuq Ibn Duqaq y tas vencer a los Gaznávidas se adentraron por el Jurasán. Comenzaron saqueando su camino a través de Irán e Irak y pronto cruzaron Armenia y se adentraron profundamente en Anatolia, llegando Trebisonda en la costa del Mar Negro en 1054. Al año siguiente los selyúcidas toman Bagdad y liberan al califa abasí de la opresión de la dinastía búyida, consiguiendo Tughrul, sucesor de Selyuq, el título de Sultán. De repente, los selyúcidas pasaron de ser invasores nómadas a gobernantes de un vasto y sofisticado imperio.

 En el 1063 el sobrino de Tugrul, Alp Arslan, verdadero fundados de la dinastía selyúcida, llega al poder y aunque consideraba a los fatimíes como sus grandes rivales y buscó la paz con Bizancio tras una fallida campaña bizantina dirigida por Manuel Comneno en el 1069, Arslan no ostentaba poder absoluto sobre el aun sistema tribal selyúcida, por lo que algunas de estas se lanzaron contra el imperio aprovechando la debilidad del entonces emperador Romano IV, atacando Siria y Armenia en el 1070.


 

PROLEGOMENOS.


Tras esto, Romano IV se apresuró a enviar una embajada al sultán que en el 1071 se encontraba asediando Edesa, con la petición de renovar el tratado de paz del 1069. Arslan no dudo en firmarlo para centrar su atención en los fatimíes, pensando que la debilidad interna en Constantinopla aseguraba sus fronteras en el noroeste. Pero Romano IV no envió la oferta como signo de debilidad, si no que no era más que una artimaña para distraer a los turcos y preparar una gran campaña en Armenia. Romano formó un gran ejército compuesto por múltiples etnias como germanos, pechenegos, armenios o varegos, estos últimos al mando de Harald Hardrada, quien posteriormente seria coronado rey de Noruega y vencido en Stamford Bridge. El número de tropas hacía presagiar una campaña satisfactoria, sin embargo la debilidad estaba en otro lado. Muchos de los comandantes eran miembros de la familia Ducas, abiertamente enfrentada al emperador o aliados de esta. Durante el trayecto ya hubo varios intentos de sabotaje y la tensión fue en aumento al llegar a Armenia

Por otro lado, Arlslan tras la noticia de la marcha bizantina, decidió levantar el asedio de Alepo, donde también había reunido un gran número de soldados por la posibilidad de un gran botín, marcho a su encuentro en Armenia, sin embargo, la visión de una batalla menos provechosa para los intereses económicos de la soldadesca hizo que se fuesen perdiendo efectivos por el camino.

 


MANZIKERT


Cuando el contingente bizantino llego a Teodosiópolis en Julio, romano mando al stratego Juan Tarchaneiotes hacia el sur para cortar el paso de los turcos con unos 20.000 soldados, mientras él se dirigió a Manzikert, que fue rendida en seguida. Los generales habían aconsejado esperar en Teodosiópolis a los turcos, pero el emperador, confiado tras la noticia de la deserción de soldados turcos, hizo oídos sordos. Al llegar a Armenia Arslan solo contaba con la mitad de efectivos que Romano a pesar de que pudo reclutar más tropas de camino, así que echó mano de la inteligencia y mando observadores que traían información a diario de los movimientos bizantinos, mientras que estos, no pusieron mucho incapié en contrarrestarlo. Tras observar la separación del ejercito bizantino decidió atacar primero a Tarchaneiotes, que al ver el ejercito selyúcida ni siquiera se planteó el presentar batalla y desertó a Constantinopla; esta no sería la única deserción.

Tras esto Arslan se apresuró a Manzikert donde Romano le presentó batalla. Esta duraría dos días y en el primero ya habría un fuerte enfrentamiento entre turcos y los tágmatas occidentales al mando de Nicéforo Bryennius. Los bizantinos, nada acostumbrados al combate móvil que presentaban los turcos con su caballería ligera, perdían sus energías persiguiéndoles con su pesada caballería y cayendo en emboscadas una y otra vez sin poder alcanzarlos. En un golpe de mano, los turcos coparon la columna del dux de Teodosiópolis Nicéforo Basilakes capturándolo. Romano, desesperado, quiso zanjar la disputa el segundo día con una batalla total con todas sus fuerzas. Cometió varios errores ya en la planificación, siguió con los manuales de batalla aun viendo que la estrategia de los turcos no se ajustaba a esta poniéndose además en la vanguardia de sus tropas, lo que dificultaría su visión amplia del campo de batalla y obligaba a reforzar su posición en detrimento de otras, y más importante aun, dejó al mando de la retaguardia a Andrónico Ducas, familia enfrentada a los macedónicos. Arslan, en inferioridad numérica, formo una extendida media luna mientras el sultán comandaba desde lo alto de una colina.






 Romano tomo la iniciativa y ordenó un lento avance mientras los turcos lanzaban sus flechas y se retiraban causando bajas en las filas enemigas. En las alas se produjeron varios enfrentamientos sin que ninguno fuese decisivo. Hacia el anochecer, Romano decidió volver al campamento y esto fue aprovechado hábilmente por los turcos para intentar aniquilar las alas del ejército, cansadas del avance y el constante hostigamiento turco. La derecha comandada por Alytes, que ya había sido muy presionada durante los avances anteriores colapsó tras la carga enemiga, y las fuerzas de retaguardia de Ducas, que debían auxiliarles, decidieron no intervenir en un claro acto de rebeldía abandonando el campo de batalla. Al hundimiento del ala derecha le siguió la del centro, y a pesar de que Nicéforo Bryennius en el ala izquierda intentó empujar para liberar al resto del ejército, este fue sobrepasado y totalmente derrotado siendo el emperador Romano capturado.

 


CONSECUENCIAS

 

A pesar del colapso, la mayoría de tropas consiguieron escapar, ya que los 20.000 hombres de Tarchaneiotes desertaron a Constantinopla, las fuerzas de Andrónico Ducas, unos 5.000, lo mismo, además de numeroso contigentes menores de normandos, turcos o armenios entre otros. También el ala izquierda, a pesar de sufrir pérdidas de tropas, consiguió abrirse camino y huir. Romano recibió un trato acorde a su estatus y fue liberado posteriormente tras un nuevo acuerdo que establecía una gran suma de sólidos, enlaces dinásticos y el intercambio de diversas fortalezas. Pero lo que más interesaba a Arslan, era que Romano siguiese como emperador para asegurar la paz antes de que fuese usurpado y el nuevo poder declarase una guerra abierta al turco, ya que este seguía empeñado en Egipto y los fatimíes. Todo esto supuso que el impacto real de la batalla no fuese muy importante, el ejercito bizantino seguía en pie, no se perdieron grandes extensiones de territorio, el emperador quedó libre y el turco, aunque victorioso, sabía que la victoria se produjo gracias a la deserción de Andrónico, ya que si hubiese atacado en los momentos de debilidad del flanco izquierdo, la balanza podría haber decantado del otro lado. El verdadero desastre se debió a su estancia de una semana en el campamento de Arslan, que retrasó su reacción después de que las noticias de la derrota llegaran a Constantinopla y la familia Ducas, aprovechando la situación  pusiese al frente del gobierno a Miguel Ducas. Aun inexperto, aceptó la regencia de la emperatriz Eudocia que se mantuvo fiel en las deliberaciones que se estaban tomando por un tribunal. Ante esta amenaza, Juan Ducas decidió movilizarse con su ejército desde Bitinia y a su llegada apresó a la emperatriz y nombro a Miguel como emperador único. Romano intento recuperar el trono pero fue derrotado en dos ocasiones, la ultima por el propio Juan Ducas. Tras entregarse con la promesa de salvoconducto al verse acorralado en su propio thema, Juan lo cegó y murió días después. La inestabilidad política propicio que los magnates de Anatolia dieran la espalda a Constantinopla y se granjeasen sus propia defensa ante los turcos, que aunque siguió siendo efectiva a nivel local, dejó la frontera abierta de par en par. Ya hemos visto que había elementos del ejército selyúcida que no eran completamente controlados por el sultán, y estos turcomanos, decidieron atacar Anatolia por su cuenta, y a pesar de que se ofreció resistencia, la desorganización de los themas y la incompetencia de los Ducas hizo que en 1081 los turcos ocuparan toda la meseta central de Anatolia, que pronto formaría un estado independiente denominado sultanato de Rum, por lo que a partir de ahora Bizancio se quedaría sin uno de sus territorios principales no solo a nivel económico o demográfico, si no de reclutamiento de tropas que provocaría su lento declive a pesar de su pírrica resistencia durante casi 400 años mas.

 

 

 

JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.



Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con más de 16 años de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs relacionados con la divulgación histórica y es miembro de Divulgadores de la Historia.



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Bibliografía:

  

Markham, Paul. "Battle of Manzikert: Military Disaster or Political Failure"

Joao Vicente de Medeiros Publio Dias. Dos informes sobre la batalla de Manzikert

 

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