EL FUEGO GRIEGO.












El fuego griego es una de las armas más enigmáticas y formidables de la historia militar, utilizada principalmente por el Imperio bizantino desde el siglo VII.
Este compuesto incendiario, cuya receta exacta se ha perdido con el tiempo, tuvo un impacto significativo en la capacidad defensiva del imperio y fue crucial en varias batallas históricas. Su habilidad para arder incluso sobre el agua y causar devastación en las flotas enemigas lo hizo una herramienta temida y respetada en la guerra medieval.

Antes de su adopción por los bizantinos, el uso de compuestos incendiarios ya había sido explorado por otras civilizaciones antiguas. Los chinos, por ejemplo, desarrollaron varios tipos de armas incendiarias basadas en pólvora, mientras que los griegos y romanos empleaban breas y aceites inflamables en sus estrategias militares.

1. China: Los textos chinos antiguos mencionan el uso de armas incendiarias, incluyendo "flechas de fuego" que utilizaban combinaciones de sustancias inflamables.

2. Grecia y Roma: En el mundo grecorromano, se usaban mezclas de azufre, brea y otros materiales inflamables en la guerra naval y en asedios. El historiador griego Tucídides menciona el uso de tales compuestos durante la Guerra del Peloponeso, y los romanos emplearon técnicas similares en sus campañas militares.

El fuego griego se atribuye tradicionalmente al ingeniero bizantino Calínico de Heliópolis en el siglo VII. La primera mención del uso de esta arma aparece durante el reinado del emperador Constantino IV, en la defensa de Constantinopla contra la flota árabe en 674-678. Los relatos históricos sugieren que el conocimiento de la composición y el uso del fuego griego estaba altamente protegido, reservado únicamente para unos pocos en la corte bizantina y los miembros de la marina.

La fórmula exacta del fuego griego sigue siendo un misterio, pero investigaciones históricas y científicas han propuesto varias hipótesis. Se cree que los ingredientes principales incluían nafta (una forma cruda de petróleo), azufre y cal viva (óxido de calcio). Estos componentes, combinados en proporciones específicas, podían ser encendidos y proyectados mediante un sifón, similar a un lanzallamas. Este sifón permitía disparar el fuego griego a distancias considerables, cubriendo los barcos enemigos y las tropas en llamas que no podían ser apagadas con agua.

1. Nafta: Un componente inflamable extraído del petróleo crudo, capaz de arder con intensidad y difícil de apagar.

2. Azufre: Un elemento que, al combinarse con la nafta, aumentaba la inflamabilidad y la capacidad de combustión.

3. Cal viva: Un compuesto que reaccionaba vigorosamente con el agua, posiblemente aumentando la temperatura de combustión y asegurando que el fuego no se extinguiera fácilmente.

El sistema de lanzamiento también fue innovador. Se cree que los bizantinos usaban dispositivos de presión para expulsar el líquido ardiente a través de tubos de bronce. Además de los sifones, se podían usar vasijas de cerámica llenas de fuego griego que, al romperse al impactar, esparcían el material inflamable.
El fuego griego fue fundamental en varias batallas clave, siendo la más notable el Sitio de Constantinopla (717-718. Durante este asedio, el Califato Omeya intentó conquistar la capital bizantina, llevando a cabo una operación combinada terrestre y naval.







El asedio fue dirigido por el califa Suleimán y, tras su muerte, continuado por su sucesor, Umar II. La flota omeya, compuesta por cientos de barcos, buscaba bloquear la ciudad desde el mar, mientras el ejército terrestre intentaba romper las defensas.

El emperador León III utilizó el fuego griego como su principal arma defensiva. Los bizantinos, aprovechando la movilidad y el alcance de sus barcos equipados con sifones, atacaron la flota omeya, incendiando sus naves y creando una barrera de llamas que impedía cualquier avance.

La devastación causada por el fuego griego fue tal que los omeyas no solo perdieron gran parte de su flota sino que también sufrieron una severa derrota en tierra. El asedio se levantó en 718, y Constantinopla permaneció inexpugnable.
Otra batalla significativa fue la Batalla de la Rhea en 880, donde la flota bizantina utilizó el fuego griego para destruir una flota árabe en el mar Egeo. Esta victoria ayudó a consolidar el control bizantino sobre las rutas marítimas cruciales y demostró una vez más la eficacia del fuego griego en combate naval.
El impacto del fuego griego en la guerra medieval fue profundo. Su capacidad para destruir flotas enteras y aterrorizar a los enemigos cambió la dinámica de los conflictos en el Mediterráneo. Algunas de las repercusiones más significativas incluyen:

1. Dominio naval bizantino: El fuego griego permitió a los bizantinos mantener su supremacía naval durante siglos, protegiendo las rutas comerciales y las costas del imperio.

2. Tecnología Militar: La invención y uso del fuego griego fomentaron el desarrollo de nuevas tecnologías y tácticas militares. Los enemigos de los bizantinos intentaron replicar esta arma, pero sin éxito, lo que subrayó la importancia de la innovación en la guerra.

3. Leyendas y Mitos: La naturaleza devastadora y misteriosa del fuego griego dio lugar a numerosas leyendas. Cronistas medievales a menudo lo describieron como un arma casi mágica, aumentando su fama y el temor que inspiraba.

La investigación moderna sobre el fuego griego ha sido interdisciplinaria, abarcando la historia, la química y la arqueología. Estudios recientes han utilizado simulaciones y análisis químicos para intentar recrear la composición del fuego griego, aunque sin una fórmula definitiva. Estos esfuerzos subrayan la sofisticación de la tecnología bizantina y su relevancia en la historia militar.





JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.



Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con más de15 años de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs relacionados con la divulgación histórica y es miembro de Divulgadores de la Historia.







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Bibliografía:


- Historia medieval. Ana Echevarría Arsuaga. Julián Donado Vara. EU Ramón Areces.

-Atlas histórico de la Edad Media. Ana Echevarría y José M. Rodríguez. EU Ramón Areces.


- Haldon, John. Warfare, State and Society in the Byzantine World, 565-1204. Routledge, 1999


- Pryor, John H. Geography, Technology, and War: Studies in the Maritime History of the Mediterranean, 649-1571. Cambridge University Press, 1988.


- Partington, J.R. A History of Greek Fire and Gunpowder. Johns Hopkins University Press, 1999.


- Harris, Jonathan. Byzantium and the Crusades. Bloomsbury Publishing, 2014.


- Needham, Joseph. Science and Civilisation in China. Cambridge University Press, 1986.

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