LOS FENICIOS.



A pesar de que nunca conformaron una unidad política, podemos hablar de una historia conjunta desde el 3.000 a.C. hasta el 332 a.C. dividida en dos periodos cortados por la invasión del los Pueblos del Mar sobre el 1.200.
El primer periodo, o paleofenicio, Biblos y Tiro se erigen ya como grandes ciudades comerciales, ya que las potencias del momento, Ebla, Egipto y las ciudades sumerias, acuden aquí en busca de recursos. Poco antes de finalizar el III milenio, los amorreos invadirían Canaán, lo que supondría una época de decadencia de las ciudades fenicias durante unos dos siglos. En el siglo XVIII, el paso de los hicsos hacia Egipto traería otro periodo de inestabilidad, que supieron aprovechar al aflojarse la presión que los egipcios ejercían sobre los fenicios. Pero, tras librarse de estos hicsos, los egipcios volvieron a dominar las ciudades-estado fenicias, siguiendo unos siglos de inestabilidad en las que vivieron invasiones de hurritas e hititas, hasta que en el 1286 a.C. egipcios e hititas chocaron en la famosa batalla de Qadesh. A pesar de que se firmó un acuerdo de paz entre las dos grandes potencias del momento, en 1230 a.C. los israelitas invadieron Canaán para establecerse definitivamente, llegando también los Pueblos del Mar, que desestabilizaron prácticamente a todo el Oriente Próximo y concretamente, estableciéndose los filisteos en las costas de la actual Gaza e Israel.
A partir de aquí, la desaparición de los hititas y el debilitamiento de Egipto, hicieron entrar a Fenicia en un nuevo periodo histórico que comenzaría con una gran independencia de sus ciudades, destacando Biblos, Sidón y Tiro, que pronto comenzaron con una gran expansión comercial que les llevaría a establecer colonias y fundar ciudades por toso el Mediterráneo. Esta pujanza, hizo que los asirios, potencia del momento, se fijaran en ellas y, tras varias campañas, Assarhadon finalizó su conquista y convirtió el territorio en provincia asiria en el 612 a.C.
Aunque el Imperio Asirio duraría solo unos años más, serían los babilonios los que les relevarían en el control de las ciudades fenicias. En el año 539 a.C. las ciudades fenicias, junto a Siria y Chipre, formarían parte de una de las satrapías del Imperio Persa con capitalidad en Sidón tras conquistar y acabar con el Imperio babilonio. Permanecerían bajo el dominio persa hasta su conquista por Alejandro Magno, en el 332 a.C. tras los cual su historia se diluye con el paso de diferentes imperios.




LAS CIUDADES FENICIAS.



La mayoría de los casos, tanto las ciudades "madre", como las colonias, se asentaron sobre promontorios, cercanas al mar o incluso en islas, con fines comerciales y defensivos.
Las ciudades solían constituir territorios independientes o ciudades estado, que además de lo anterior, se caracterizaban por poseer una acrópolis, , puerto, murallas, edificios religiosos y de almacenamiento y necrópolis en las afueras de la ciudad.
Las más importantes de Levante, pues de las colonias hablaremos más adelante, fueron:
- Biblos: fue una de las más importantes, originándose desde el VI milenio a.C., siendo uno de los asentamientos más antiguos del Levante. A principios del III milenio, ya contaba con varios templos, desarrollándose a lo largo de ese milenio como una potencia comercial basándose en la madera, metales y sobre todo, el papiro. Entre siglos XVI y XIII estuvo ocupada por los Egipcios, habiendo sido controlada antes que ellos por los amorreos. Sufrió las invasiones de los Pueblos del Mar y, aunque se recuperó, fue desbancada por Tiro. Ya en época de Alejandro Magno, Biblos, al igual que la ciudad de Arwad, pondría su flota al servicio del rey macedonio.
- Tiro: Levantada sobre 2 islas y fundada sobre el siglo XXVIII a.C. según Heródoto. Fue dominada por asirios, babilonios y posteriormente persas, hasta que Alejandro Magno la conectara con tierra firme para asaltarla. Contó con dos puertos, fuertes murallas, varios templos y edificios públicos. A partir del siglo X, cuando se unieron las dos islas, se convertiría en la ciudad fenicia más importante, de donde saldrían numerosas expediciones de colonización que fundarían ciudades como Gadir, Cartago, Útica o Leptis.
- Sidón: En la actual Saida, fue fundada sobre la misma época que Tiro, floreciendo un rico comercio marítimo, fundando varias colonias a lo largo del mediterráneo. Destruida por el rey asirio Esaradón en el 677 a.C., posteriormente fue reconstruida y volvió a florecer. Contó con dos puertos y varias necrópolis extramuros.
- Sarepta: Situada en el actual Líbano, comenzó como un asentamiento comercial y logístico de Sidón, pero pronto se desarrollo como ciudad independiente y potencia comercial. Se especializó en manufacturas de púrpura, metales, aceite de oliva o cerámica.
Además de estas, también existieron otras ciudades importantes como Kumidi, Amrit, Arwad, Berytus (actual Beirut) o Kition, colonia de Tiro en Chipre que posteriormente se independizaría.






COLONIZACIONES.


A partir de los siglos X y IX a.C. las ciudades fenicias van a dar un paso más en la escala comercial que ya llevaban realizando siglos atrás con la consolidación del Mediterráneo.
Las principales causas van a ser la búsqueda de metales, la exportación de materiales propios como los tintes o madera, un posible cambio climático que redujo la agricultura o la presión asiria tras el debilitamiento de los filisteos que les obligaría a pagar tributos y, por ende, a buscar mayores beneficios comerciales.
Por aquel entonces, el comercio estaba en manos privadas y se desarrollaron tres tipos a la hora de relacionarse con los nativos:
- El “silencioso”, consistente en dejar la mercancía en las playas, volviendo a recoger después el pago.
- El comercio directo, pero en lugares neutrale.
- El comercio en lugares específicos para ello, tales como mercados, puertos, casas…
Las rutas, con origen en Fenicia, bordeaban la costa sur mediterránea, subiendo al norte en las islas de Sicilia, Córcega, Cerdeña y Baleares, sobrepasando el Estrecho de Gibraltar, donde la ruta se dividía hacia el norte, pudiendo llegar hasta las Islas Británicas, y al sur, pudiendo haber llegado hasta el golfo de Guinea.
Esto no hubiese sido posible sin inventos como la quilla, el espolón o el calafateo, lo que les permitió no solo realizar navegación de cabotaje, si no también de altura, para lo que se servían de las estrellas las constelaciones para guiarse. Para estos largos viajes (de Tiro a Gadir unos 90 días) se navegaba durante los meses de Marzo y Octubre, teniendo que permanecer a veces el invierno en las colonias.
En cuanto a las naves, usaban desde pequeñas embarcaciones pesqueras, hasta grande naos panzudas para los grandes trayectos llamadas gaulos (bañeras en griego) de unos 30 metros de eslora. Para la guerra, usaban las penteconteras, galeras con cola en forma de pez y espolón en la proa para embestir a las naves enemigas y poder abordarlas.
En cuanto a las colonias, estas fueron de diferentes tipos:
- Modelo mercantil, como Gadir, creando una metrópoli comercial.
- Modelos Tartessos, se crean pequeños enclaves comerciales para comerciar, dependientes de de las ciudades madre a través de los templos, por ejemplo Orán.
- Centros misxtos de comercio y producción, como Almuñécar o Toscanos.
- Modelo aristocrático. Esto solo se dio en Cartago, donde una aristocracia tiria exiliada, creó una nueva ciudad que pronto se convertiría en una potencia, reemplazando el dominio fenicio.
Poseyeron una casi total independencia política de sus metrópolis, siendo gobernadas por un consejo llamado sufete.
Estas colonias, repartidas por todo el sur y centro mediterráneos, no solo se limitaron a las costas, si no que se adentraron en el interior, utilizando a veces los ríos como el Guadalquivir o el Guadiana.
Esta colonización posibilitó la supervivencia de las ciudades fenicias hasta el siglo IV a.C, cuando fueron conquistadas por Alejandro, a pesar de que los griegos ya habían tomado su relevo en la expansión comercial y de que Cartago les había sustituido en el centro y occidente mediterráneo.








RELIGIÓN.


A pesar de las pocas evidencias, se sabe que los fenicios practica4ron una religión politeísta. Comenzaron con la adoración de piedras o árboles en altares construidos en montañas o colinas, evolucionando hacia el culto a diferentes dioses relacionados con los diferentes aspectos de la vida humana.
Cada ciudad tuvo su panteón y su dios principal específico, no reconociendo el de otras ciudades. Podría decirse que el principal fue el dios Melqart, de la ciudad de Tiro, cuyo nombre equivale a "rey de la ciudad". En su evoclución, paso de divinidad solar a dios de la agricultura y el mar que, con la colonización, llego hasta ciudades como Cartago, Gadir o Lixus.
Otros dioses fueron Baal (señor), Ashtaré (fertilidad) y Eshmun (medicina) , de Sidón; El, Balaat y Adonis de Biblos; aunque también se adoraron dioses importados como Isis, Horus u Osiris.
Para su culto, se formaron cuerpos de sacerdotes, tanto masculinos como femeninos, encabezados por un gran sacerdote, con gran influencia política y social, y cuyo cargo podía ser hereditario. A estos cuerpos, se los completaba con hieródulos (prostitución sagrada), así como barberos, panaderos etc.
De los templos, solo nos quedan pequeñas capillas, representaciones en monedas y alguos restos de templos como el de Kition (Chipre). Según la biblia, fueron arquitectos fenicios de Biblos quienes construyeron el famoso templo de Jerusalén.






RITOS FUNERARIOS.


En cuanto a su concepción de la muerte, los fenicios creían en un Más Allá, ya que practicaron la inhumación y la incineración y junto a sus tumbas, se han documentado diversas ofrendas funerarias, aunque hasta la fecha nada se sabe de la posible existencia de un culto o ceremonial funerario.
Es posible que se pensara que solo los reyes, con grandes ofrendas de máscaras, amuletos y pinturas sepulcrales podrían acceder a la otra vida, mientras que las clases más bajas, debían conformarse con erigir estelas con sus nombres, genealogía y cargo en vida. Algunas de estas inscripciones recogían maldiciones para ahuyentar a saqueadores de tumbas.
Otro aspecto fundamental, eran los sacrificios humanos en los topet, recintos donde se sacrificaban niños y después se incineraban y enterraban en urnas. Aún no se sabe a ciencia cierta cuál era la intención, pudiendo ser la ofrenda del primer fruto (primogénito), como trueque con las divinidades por un posible peligro inminente, para la obtención de algo importante o simplemente como regulador demográfico. En el topet de Cartago, se hallaron más de 20.000 urnas.






SU LEGADO CULTURAL.


Su posición entre Egipto y Asiria, les facilitó recibir influencias de ambas que posteriormente exportarían a Occidente.
Su principal aporte será su alfabeto, formado por 22 signos consonánticos, del que derivarán otros como el hebreo, el árabe, el griego o el latino. A pesar de esto, no nos han llegado casi vestigios de obras literarias o científicas ya que las conocidas son gracias a escritores griegos posteriores.
Aún así, su gran pericia en la navegación nos hace presuponer que poseían grandes conocimientos en astronomía, geografía o matemáticas. Así mismo, la construcción de grandes puertos, templos y murallas, requerirían amplios conocimientos en arquitectura. En cuanto a la medicina, aún sin pruebas escritas de ello, se sabe que dominaron la odontología gracias a una mandíbula de Sidón.
En el campo de la producción, destacaron en la industria textil, vidriera, joyería, metálica y cerámica.
Con todo esto, se puede decir que sirvieron de nexo entre la cultural orientales y las futuras occidentales, gracias a su actividad expansionista y establecimiento de colonias en las que, además de comerciar, llevaron su cultura y conocimientos.











JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.


Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con casi 15 años de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs relacionados con la divulgación histórica y es miembro de Divulgadores de la Hi
storia.



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Bibliografía:

Historia Antigua del Proximo Oriente y Egipto. Jasvier Cabrero Piquero y Federico Lara Peinado. Uned 2021.




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