ARMAS PREHISTÓRICAS.

 

En el siguiente artículo vamos aver los útiles más empleados como armas durante la prehistoria hasta la revolución neolítica. La utilización de herramientas comienza hace unos 2,5 millones de años, con la aparición del primer homínido del género homo, el Homo Habilis, cuyos instrumentos seran básicamente cantos de piedra trabajados, hasta hace unos poco miles de años, cuando el Homo Sapiens y en Neandertal ya desarrollarán útiles mucho mas perfeccionados y complicados.

CUCHILLOS Y HACHAS.

A pesar de que desde la aparición de Homo Habilis hace unos 1,8 millones de años ya se usaban herramientas a modo de hachas o cuchillos como los choppers, los buriles o rascadores, estos eran muy toscos y de difícil manejo. Es en el Paleolítico cuando empiezan a desarrollarse estos útiles para ser usados como armas. Los cuchillos se perfeccionan hasta conseguir una hoja pequeña y afilada que se enmanga para ser utilizado, al igual que las hachas. Estas armas podrían usarse tanto para cazar como para atacar o defenderse de otros grupos humanos. Los materiales más usados serían el sílex o la cuarcita, aunque para los cuchillos también podría usarse elementos óseos.

GARROTES.

A todos nos viene a la mente la típica imagen del hombre prehistórico caminando con un gran garrote al hombro. Pues nada más lejos de la verdad, en la prehistoria el garrote fue muy empleado por su facilidad de fabricación. Solo era necesario un trozo de madera robusto con un extremo más ancho para usar de mazo. Conforme evolucionaba el hombre, se fueron añadiendo adornos a la cabeza del garrote o se usaron piedras atadas para dale una mayor potencia y dureza. Su uso puede verse en múltiples pinturas rupestres que han llegado hasta nuestros días, siento utilizado para la caza de animales o contra otros homínidos.

ARCOS Y FLECHAS.

El arco y la flecha aparecen en torno a la transición desde el paleolítico superior al mesolítico. Después del final del último periodo glacial, extendiéndose incluso por América.
Los arcos más antiguos conservados en una sola pieza son los arcos Holmegaard tallados en olmo, y cuya cuerda podría haber estado compuesta por tendones de animales, son originarios de Dinamarca, siendo fechados en el 9000 antes de Cristo.
Los Homo Sapiens podían usar este arma tanto por cazar como pescar. Su poco peso y versatilidad les permitía hacer grandes viajes y realizar múltiples disparos, pues los proyectiles consistentes en flechas, generalmente con una punta lítica, eran fáciles de transportar. Además les garantizaba un plus de seguridad al poder cazar las presas a larga distancia sin tener que enfrentarse a ellas. También se cree que podría haberse usado veneno en las puntas de los proyectiles para una vez clavada en un animal de gran tamaño, seguirlo hasta que se debilitase y cobrar la pieza.

AZAGAYAS.

Desde finales del Paleolítico Inferior, se documentan puntas de sílex y cuarcita usadas para ser enmangadas en un asta y usar como lanza o bien para diferentes trabajos de despiece, por ejemplo.
Es a partir del Paleolítico Superior europeo o el final del Middle Stone Age africano, cuando empezamos a encontrar puntas mucho más sofisticadas, hechas tanto en sílex, cuartito o material óseo, perfectamente adaptadas para un enmangue que se realizaba con pegamentos naturales o cuerdas artesanales, lo que permitía usarlas como arma arrojadiza, pues tanto Sapiens como Neandertales, se dieron cuenta que era mucho más seguro cazar desde la distancia que tener que aproximarse para clavar la lanza al animal, pues en esta fase de la prehistoria, se solía cazar animales de gran tamaño capaces de matar a un ser humano, como mamuts, renos, bisontes o caballos.
Como vimos anteriormente, se desarrollaría un artilugio llamado propulsor, que haría mucho más efectivo el lanzamiento de estos venablos.

EL PROPULSOR.

Se trata de un arma de proyección que permite el lanzamiento de venablos, azagayas o saetas. Su aparición data del Paleolítico Superior, hace unos 40.000 años, cuando en Europa convivían el recién llegado Homo Sapiens con el Neandertal.
Este artilugio es más una herramienta para usar un arma que un arma en sí misma. Utiliza el apalancamiento para lograr una mayor velocidad y potencia en el lanzamiento de los proyectiles como se ve en la imagen. Con mucha menos fuerza, se conseguía imprimir mucha más potencia al proyectil, lo que aumentaba la posibilidad de cobrar la pieza. Se solían realizar en madera o en superficies óseas y en ocasiones se tallaban y adornaban con formas zoomorfas o geométricas.
Es uno de los cúlmenes del desarrollo humano desde la aparición de los primeros homínidos hace unos 2 millones de años, hasta la llegada del neolitico, pues como veremos en otros post, los útiles que desarrollaron las diferentes especies eran bastante rudimentarios

José Antonio Olmos Gracia.




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Bibliografía: 

PREHISTORIA I. LAS PRIMERAS ETAPAS DE LA HUMANIDAD (3ª). Maillo, J.M: ; Quesada López, José Manuel ; Francisco J. Muñoz ; Joaquín R. Bárcena ; Jesús F. Jordá ; Sergio Ripoll. Editorial Universitaria Ramón Areces