VIKINGOS EN HISPANIA.
El primer ataque documentado data del año 844. Una flota vikinga partió de Francia y asoló las costas ibéricas desde Asturias, enfrentándose a las tropas de Ramiro I, pasando por Portugal y remontando el Guadalquivir hasta Sevilla, ciudad del emiriato omeya que fue saqueada, siendo emboscados cuando regresaban por las tropas de Abderramán II, donde los vikingos perdieron unos 500 hombres y 4 barcos. A lo largo de lo que queda de siglo y del venidero se produjeron más ataques, como en 859 cuando una expedición liderada por los jarls Bjorn Costilla de Hierro y Hanstein llegó hasta Pamplona remontando el Ebro desde el Mediterraneo, saqueándola y apresando al rey García Íñiguez, por el que obtubieron un cuantioso rescate. Tanto es así, que Alfono III mandó construir las Torres del Este y el Castellum Hosti en Galicia o las fortificaciones de Gazón en Asturias para intentar frenar los inesperados asaltos normandos.
No obastante el clima de terror se mantuvo en la region, pues en 970, un asalto vikingo saqueó Santiago, en 1031 tomaron Valencia y Almeria, llegando a establecer pequeños reinos y en 1035, otra incursión asoló Tuy, siendo el último ataque conocido en 1038. A partir de aquí los vikingos seguirian visitando Hispania, pero esta vez de otra guisa. Por estas fechas noruegos y daneses ya se estaban convirtiendo al cristianismo fruto de los intercambios culturales, comerciales y sociales con el resto de Europa. Esta nueva fe los impulsaría a participar en las cruzadas, siendo la primera en participar la denominada Cruzada Noruega, coincidente con el final de la Priemra Cruzada, que pasó por las costas de Hispania entre el 1108 y 1109, donde además atacaron la fortaleza de Sintra en Portugal, Lisboa, o las islas Baleares. En años posteriores pasarían de nuevo por Galicia y Portugal, atacando tierras muslulmanas como en 1147, cuando la Segunda Cruzada que partió de Inglaterra y en la que viajaban vikingos, ayudó a los portugueses a tomar la ciudad de Lisboa.
ATLAS HISTÓRICO DE LA EDAD MEDIA (Ana Echevarría Arsuaga y José Manuel Rodríguez García. Editorial ACENTO, Madrid, 2003).
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